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FISURAS
EN EL HORMIGON |
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La naturaleza del hormigón, el proceso de hidratación del cemento y las acciones atmosféricas, hacen que las fisuras estén consustanciadas con el mismo. Las fisuras, son roturas que aparecen generalmente en la superficie del hormigón, por la existencia de tensiones superiores a su capacidad de resistencia. Cuando la fisura atraviesa de lado a lado el espesor de una pieza, se convierte en grieta. ¿Cuál es la diferencia práctica entre una fisura y una grieta? La fisura "no trabaja", y si se la cierra con algún método simple no vuelve a aparecer. La grieta en cambio, "si trabaja", y para anularla hay que eliminar el motivo que la produjo y además ejecutar trabajos especiales para "soldarla". Las fisuras se originan en las variaciones de longitud de determinadas caras del hormigón con respecto a las otras, y derivan de tensiones que desarrolla el material mismo por retracciones o entumecimientos que se manifiestan generalmente en las superficies libres. Identificación de las grietas
Grietas paralelas a la dirección del esfuerzo, se producen
por esfuerzo de compresión. Son muy peligrosas, especialmente en
columnas porque "no avisan", ya que son producto de un agotamiento
de la capacidad de carga del material, y el colapso puede producirse en
cualquier momento. Reparación de las grietas Por su naturaleza misma, ya que son debidas generalmente a fallas de diseño con insuficientes secciones de hormigón y/o armaduras de refuerzo, exigen trabajos importantes que incluyen el recálculo de la estructura dañada y luego refuerzo de las misma, u otras medidas que escapan a este trabajo. Fisuras Pueden producirse por esfuerzos originados en la retracción térmica o hidráulica. La retracción térmica se produce por una disminución importante de la temperatura en piezas de hormigón cuyo empotramiento les impide los movimientos de contracción, lo que origina tensiones de tracción que el hormigón no está capacitado para absorber. En general, no conllevan riesgos estructurales y deben ser estudiados caso por caso, por ser atípicos. Hay una fisura muy común que se produce en la parte superior de las vigas siguiendo la línea de los estribos. Se debe al calentamiento de los hierros por el sol, que hace perder la humedad a la mezcla en la zona de contacto con los mismos. Las fisuras por retracción hidráulica, pueden ser por "contracción de fraguado" o por "secado lento" del hormigón. Las más comunes son las de "contracción por fraguado", que se producen en losas no muy gruesas y de espesor uniforme (pavimentos, losas de entrepisos y techos de edificios, etc.) por la rápida desecación superficial con relación a la masa por la acción del sol, la humedad relativa, y especialmente del viento, o por la combinación de ambos, estas fisuras aparecen en la superficie en forma de "viboritas", ubicadas al azar y orientados en cualquier dirección. Las fisuras por "secado lento" del hormigón aparecen en piezas estructurales cuyos movimientos de retracción están impedidos por su empotramiento o -en el caso de los pavimentos-, por su adherencia al terreno. En éstos, si no se les hacen las juntas de contracción con las separaciones adecuadas, aparecen espontáneamente, a intervalos regulares, en dirección normal al sentido de marcha y de un espesor regular.
Son provocadas por un aumento del volumen del hormigón que puede deberse a materiales expansivos incluidos en la masa. Las más conocidas son las expansiones producidas por la reacción álcaliagregado (Alcali-sílice) que destruyen velozmente la estructura; y otras más lentas como el ataque por sulfatos, la oxidación de los hierros de refuerzo o elementos férricos empotrados en la masa del hormigón, y el efecto de congelación y deshielo. Fisuras más comunes en obra y cómo evitarlas La más común del hormigón de todos los días, es la fisura por contracción de fraguado, también conocida como "contracción plástica" que afecta, como ya dijimos, a losas de pavimentos y de edificios. Las clásicas "viboritas" pueden alcanzar profundidades de hasta 25 mm. Y se producen en cualquier orientación. Pueden evitarse
o disminuir su aparición con las siguientes acciones en obra y
en la planta de hormigón elaborado. Reparación de las fisuras superficiales de "contracción de fraguado" En muchas oportunidades y con determinadas condiciones climáticas, resulta prácticamente imposible evitar este tipo de fisuración. Tiempo caluroso con varios días por encima de 30º C, vientos secos sostenidos y baja presión atmosférica, hacen que la fisuración se desarrolle aun antes de haberse secado totalmente el agua de exudación de la superficie del hormigón. Es un caso extremo en que la experiencia indica que hay que dejar que la fisuración se produzca, y completar con la terminación normal. Luego que terminó el proceso de fraguado (alrededor de 5 horas después de la terminación y hasta 24 horas después) pueden repararse las fisuras preparando una lechada rica en cemento Portland, con una consistencia que le permita penetrar en las fisuras llenándolas íntegramente; se las rellenará manualmente ayudándose con un cepillo o escoba. Luego que seque este material, se procederá al curado normal de la estructura tal como se tenía previsto. Con este tratamiento, la fisura desaparecerá definitivamente.
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